No. Voy a serte clara. El curso de Sommelier Internacional no es para todo el mundo. Como no lo es ningún otro. Y es importante que lo sepas.
Seguramente estes pelín cansad@ de ver infinidad de anuncios en redes sociales diciéndote que tienes que hacer tal o cual formación porque así te convertirás en un pro de la vida y de paso ampliarás tu ya de por sí extenso currículum (y te digo esto porque yo he sido la primera en caer en cursos gratuitos que no tenían nada que ver con mis intereses en los meses más duros de la pandemia, cuando no podíamos ni salir ni pensar).
Y es que no se trata de hacer un curso porque sí y muchos menos de gastar un dinero que seguro que te ha costado ganar en algo que no vaya a sumar nada en tu desarrollo tanto personal como profesional. Sé que puede sonarte extraño que te lo diga, pero no quiero engañarte.
Voy a darte tres razones (aunque hay más) por las que deberías plantearte NO hacer el curso de Sommelier Internacional, porque entiendo que lo más honesto por mi parte es, además de decirte las cosas buenas de la formación, enseñarte, aunque me cueste, lo regular. Allá voy.
1. No deberías hacer este curso si NO TIENES TIEMPO. Puede parecerte una obviedad, pero nunca está demás recordarlo, fundamentalmente, porque esto no es un "cursito" que puedes quitarte del medio en un fin de semana y obtener un diploma por horas. No. Convertirte en sommelier profesional es un reto que requiere dedicación y tranquilidad. Vas a necesitar tiempo para sentarte delante del temario, leer y asimilar conceptos que no conoces y eso no se hace en un rato. Así que, analiza tu calendario y tu disponibilidad y actúa en consecuencia. Puede que este no sea el momento más adecuado para este paso.
2. Tampoco te conviene inscribirte si no estás dispuest@ a vaciar tu mente de todo lo que sabes respecto al mundo del vino. Me explico. No quiero que deseches todo el conocimiento que has adquirido hasta ahora, en otras formaciones, con lecturas o investigación propias, siempre y cuando este contenido sea de calidad. Lo que quiero es que tengas la mente abierta para derribar algunas creencias o mitos que todos tenemos arraigados y que nos impiden ver más allá haciéndonos cortocircuitar. (Me ha pasado y te entiendo). No todo es blanco o negro y el saber, como el vino, también evoluciona. No te cierres.
3. No te matricules si no te apetece compartir opiniones y criterios. Este curso y la escuela tienen una característica que considero esencial. La libertad. Aquí se habla de todo, se debate, se discute sobre la acidez del vino, sobre su color, su grado de persistencia, su uva. Se apuesta para acertar los aromas de 'Le Nez du Vin', se recomiendan vinos para un fin de semana o para un lunes y bodegas para visitar. Se proponen armonías imposibles y se ponen el práctica y lo mejor es que nos encanta que sea así. Así que, no te preocupes si tu nariz no da flores o frutas. Eso lo conseguirás con el tiempo y con la ayuda del resto.
No quiero abrumarte. Por el momento, ve reflexionando sobre estas tres cuestiones y piensa si puedes combatirlas a la hora de matricularte en la formación. Si quieres saber más, no te vayas muy lejos, te las contaré en el próximo post.
Abrazos vinícolas.